lunes, 2 de febrero de 2015

¿Cómo incentivar a tus hijos pequeños a leer?

     Es un regalo el transmitir a los más pequeños el valor de la lectura, es un tributo a su vida y a la cultura universal. Un desafío a la imaginación, un mundo de posibilidades donde poder desarrollar sus áreas afectivas e intelectuales. Pueden reír, soñar, jugar con la realidad, incentivar su curiosidad y además, compartir más cosas con las personas que le rodean. Un libro es una llave a otro mundo mediante la cual, descubrir nuevos países, personalidades, viajar a través del tiempo y el espacio y, desde luego, querer más. Porque tal vez, terminar con Lewis Caroll les invita a descubrir a Julio Verne. Tras Verne llegará posiblemente Robert Louis Stevenson, y quién sabe si a continuación descubran el universo de Conan Doyle.
Foto de Nestor Bemudez
     Pero no siempre es fácil, Los niños de ahora se rigen por la comodidad y la rapidez. Las nuevas tecnologías les dan acceso a un mundo más amplio y visual con el que todo, absolutamente todo, parece más fácil. Se esfuerzan menos. Como padres, madres, abuelos, abuelas y educadores, no debemos permitirlo. Hay que repartir el tiempo dando espacio a las lecturas. Pero ¿cómo conseguir que se interesen por ellas? Porque, la cuestión es no obligar si no hacer que ellos se acerquen.

1. Sé un ejemplo: No podemos convencer a nadie de algo si primero, no ofrecemos ejemplo. De nada vale obligar a un niño a leer si nos ve a nosotros frente al portátil o la televisión. Si desde muy pequeños nos ven acompañados por un libro es más probable que se sientan interesados, que te pregunten… que te imiten.

2. Exposición temprana: Aunque no lo creas, los niños entienden mucho más de lo que crees. Antes de empezar a hablar entienden ya infinidad de palabras. Antes de empezar a leer, pueden adquirir muchos otros conocimientos: el lenguaje poético, los juegos de palabras y las rimas, el escuchar historias orales…. En esencia, necesitan ser estimulados. Sentarnos con ellos junto a un libro de cuentos y empezar a leerles será ya un claro incentivo para ellos.

Escuchar tu voz, tu entonación, la trama de la historia… son pequeños escalones hasta que su cerebro esté lo bastante maduro como para asentar el proceso lector-escritor. Todo esto se sucede antes de los tres años, momento en que les interesa más la sonoridad que el contenido, pero es muy útil para que vayan interiorizando todo ese lenguaje. El leerles incluso antes de que empiecen a caminar, es increíblemente beneficioso.

3. Ofrécele libertad de lectura: No le impongas títulos. Atiende cuáles son sus gustos y ofrécele sugerencias. Tampoco te preocupes si se inicia por ejemplo en el mundo de los cómics, son un buen escalón y un gran universo que poder combinar con libros de temática parecida: fantasía, aventuras, ciencia-ficción…

Foto por Adriana Lorenzo
Actúa como guía, pero no le impongas tus gustos, y ten en cuenta también su momento evolutivo. Los niños crecen rápido y, cuando te des cuenta, tendrán nuevas necesidades. Y siempre existe un libro idóneo para cada edad, y para cada momento personal. Sugiere, enseña, comenta… Ten en cuenta también que puedes estimular su placer por leer a través de más medios. Explícale qué esa película de Walt Disney, es un buen cuento que poder leer por las noches…

4. Atiende sus preguntas y todas sus palabras: Escucha lo que los más pequeños tengan que decirte. Siempre. Pero ten en cuenta algo, si no respondes sus preguntas, sus ideas o comentarios ahora que son pequeños, llegará un día en que dejen de buscar tu atención o de consultar contigo. Así que obtén siempre tiempo para ellos. Para comentar ese capítulo del libro, para escuchar sus ideas, para sugerirle más cosas y afilar así su imaginación. Eres tú su mayor estímulo.

5. Llévalos a actividades donde puedan inspirarlo a leer, donde se divierta y pueda relacionar a la lectura con aventuras y risas, como por ejemplo: los Cuenta Cuentos de Buscadores de libros. 

Informacion extraida de

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