Escrito originalmente en francés como Le goût de vivre, El placer de vivir es la
primera traducción al castellano de la presente obra realizada por Marta
Bertran Alcázar y Rosa Bertran Alcázar.
El autor, André Comte – Sponville (1952), es un reconocido
filósofo francés. Fue profesor universitario durante un largo período de su
vida en la Universidad de La Soborna, la cual dejó para finalmente dedicarse a
la escritura. Hoy en día es autor de numerosas obras, todas ellas en el ámbito
de la filosofía, destacando por una redacción y claridad explicativa que permite colocar la filosofía al alcance del
lector común.
El placer
de vivir está compuesto por una
selección de 101 artículos previamente publicados, y organizados de forma
cronológica. El primero de ellos, Los límites de la moral, fue publicado
el 18 de noviembre de 1988, y el ultimo, Infierno y paraíso, en enero del 2010.
Los artículos están expuestos en forma de ensayo bajo un
estilo que huye del tecnicismo En su prefacio, Comte-Soponville advierte que
intentó realizar una selección minuciosa de los artículos que componen el
libro, queriendo evitar aquellos muy limitadamente contextualizados en Francia
o inclusive Paris, que le impidieran al lector global hacer una apreciación razonable.
Aun así, muchos de ellos incluyen experiencias globales bajo una
óptica local, mientras que otros abordan temas filosóficos universales, como el
amor, la música, religión, ética o política, la moda, la vida o la felicidad.
A través de El placer de vivir, el lector es tentado a
reflexionar junto al autor, ya que se abordan temas sumamente cotidianos sobre
los que el hombre común no suele reflexionar, y pocos autores académicos suelen
abordar de forma seria, y no menos pedagógica.
Como ejemplo ello, en Juventud y seguridad (p.27), el autor señala que la juventud es una
etapa muy particular, en tanto que los jóvenes se creen muchas veces más
capaces y sabios de lo que son, dotados de una confianza muy necesaria en ese
momento de la vida. Por esas razones, y otras más, Comte-Sponville señala que
la juventud se equivoca y debe equivocarse, y que debe protegerse de sí misma y
de la sociedad.
En su primer artículo, Los límites de la moral (p.19), el autor concluye que la moral es necesaria pero no
suficiente para dirigir nuestras vidas. La moral, es bastante eficiente
señalando cosas que no se deben hacer. Sin embargo, vivir la vida no se trata
solo de no hacer cosas, sino precisamente de si-hacer, y para ellos la moral no
debe ser nuestra única guía porque no es suficiente: “querer ser un santo sería prohibirse ser un
sabio” (p.20).
En Los celos
(p.50) se aborda la diferencia entre los celos y la envidia. Señala a través de
varios ejemplos que el objeto de los celos es aquello que se tiene, se posee;
mientras que el objeto de la envidia es lo opuesto: se envidia aquello que no
se tiene, de lo cual se carece.
Como se indicó, el libro aborda múltiples temas como
la política, religión, familia, infidelidad, seguridad, humanidad, prestigio e
historia, entre otros. Un amplio brebaje de temas que no tienen por qué ser
leídos de principio a fin, sino que pueden ser escogidos de acuerdo a los
intereses del lector.
Acertado es que
cualquiera que se atreva a leer El placer
de vivir tendrá una herramienta para afrontar experiencias cotidianas con
buen grado de asertividad.
Por: Marielen Muñoz
No hay comentarios:
Publicar un comentario